¿Cómo ser un buen miembro dentro de un equipo? 18 cualidades imprescindibles
Los miembros de un equipo de trabajo desempeñan un papel fundamental en el éxito de cualquier proyecto u organización. La gente tiende a creer que los equipos deben trabajar muy duro para ser considerados buenos, pero cuando queremos construir un equipo eficaz, hay otras habilidades importantes de los integrantes que deben ser adoptadas para asegurar el éxito: la colaboración, el alto rendimiento y la sostenibilidad a largo plazo.
Desde sólidas aptitudes de comunicación hasta habilidades de resolución de problemas, pasando por una actitud sana y positiva, existe una amplia gama de cualidades por las que los integrantes de un equipo deben esforzarse para alcanzar el éxito. En este artículo, exploraremos las 18 cualidades y habilidades que todo directivo debe buscar en los miembros potenciales de un grupo de trabajo.
¿Qué significa ser un buen miembro dentro de un equipo?
Con el tiempo, el perfil de un gran integrante de equipo ha cambiado para adaptarse a las tendencias del lugar de trabajo. Según varios autores, en los “equipos de acción”, cada miembro posee información o conocimientos específicos para contribuir a la tarea del equipo o a un proyecto determinado. Por lo tanto, un buen miembro de equipo es aquel que puede ser útil sea cual sea la tarea. Todos los equipos tienen múltiples propósitos, ya sea alcanzar objetivos de ventas, desarrollar un nuevo producto o completar un proyecto.
Sin embargo, podemos identificar a un gran integrante de equipo si: (1) realiza el trabajo del equipo, (2) refuerza las capacidades del propio equipo y (3) fomenta el bienestar de cada uno de sus compañeros. Ser un miembro de equipo eficaz significa ser colaborador, solidario y fiable. He aquí algunas preguntas que puede hacerse para reflexionar sobre sus propias cualidades:
- ¿Escucho activamente las ideas y opiniones de mis compañeros y las tengo en cuenta a la hora de tomar decisiones?
- ¿Estoy dispuesto a asumir tareas difíciles que pueden no formar parte de la descripción de mi trabajo para ayudar al equipo a alcanzar sus objetivos?
- ¿Hago comentarios constructivos a mis compañeros y soy receptivo a los comentarios de otros miembros del equipo?
- ¿Respondo de mis actos y decisiones, y asumo la responsabilidad de mis errores?
- ¿Doy prioridad a las necesidades del equipo sobre mis propios intereses o agendas personales?
Si, como directivo o empleado, tiene dificultades para responder a las preguntas anteriores, es posible que deba trabajar en sus cualidades de miembro de equipo y en las descripciones y responsabilidades de su puesto. A continuación, exploraremos las 18 mejores cualidades para ser un buen integrante de equipo, y ayudar a los directivos en el proceso de contratación.
Características
Mente abierta y receptiva
Tener una mentalidad abierta y ser receptivo a nuevas ideas, comentarios y cambios es muy valioso en cualquier equipo. Los grandes compañeros de equipo son humildes a la hora de hacer aportes y no se toman las críticas como algo personal. Entienden que cada persona suma habilidades, experiencias y conocimientos diferentes, por lo que están abiertos a las ideas de sus compañeros y actúan como caja de resonancia para los demás. Los miembros que tienen una mente abierta pueden adaptarse a nuevas ideas y hacer concesiones cuando es necesario.
Practica una comunicación eficaz
Según una encuesta de ClearCompany, el 86% de los empleados y ejecutivos atribuyen los fracasos laborales a la falta de colaboración y a una comunicación deficiente. Para que un equipo de trabajo tenga éxito, es necesario que cuente con sólidas habilidades de comunicación. Los grandes compañeros de equipo son los que se comunican con eficacia, ya sea en persona o por escrito.
Expresan sus ideas con seguridad y claridad, al tiempo que prestan atención a lo que otros miembros del equipo tienen que decir. La comunicación eficaz implica utilizar un lenguaje que todos puedan entender, ser claro al expresar ideas y opiniones, y ser educado incluso cuando no se está de acuerdo. También significa tener el valor de hacer preguntas si algo no está claro.
Fomenta la cooperación
En esencia, la cooperación es la sutil habilidad de saber trabajar en colaboración para llegar a un terreno común, y es un componente vital del éxito de cualquier equipo. Cuando los integrantes de un grupo de trabajo están informados, cooperan, comparten ideas, se comunican eficazmente y confían unos en otros para hacer su parte a lo largo del proyecto.
Un buen miembro de equipo reconoce la importancia de la cooperación y la impulsa siendo un buen oyente, compartiendo información y ofreciendo apoyo y retroalimentación. Entienden que todo el mundo tiene algo valioso que aportar y se esfuerzan por crear una atmósfera de inclusión, respeto y trabajo en equipo.
Abierto a ayudar a sus compañeros
Un miembro de equipo eficaz no sólo se centra en tareas individuales, sino que también está dispuesto a ayudar a sus compañeros cuando es necesario. Comprenden la importancia del trabajo en equipo y reconocen que se necesita el esfuerzo de todos para alcanzar el objetivo del grupo.
Este tipo de integrantes ofrecen apoyo y orientación siempre que es posible, aunque no esté directamente relacionado con sus propias responsabilidades. Se desviven por ofrecer ayuda, aunque la tarea no esté incluida en la descripción de su trabajo.
Toma la iniciativa
Un buen compañero de equipo es proactivo, toma la iniciativa y se anticipa a las necesidades. No se limita a esperar instrucciones, sino que busca activamente formas de contribuir al éxito del grupo. Tomar la iniciativa también significa pensar con originalidad para encontrar soluciones creativas y no esperar a que otro dé el primer paso.
Está dispuesto a asumir responsabilidades adicionales y siempre busca formas de mejorar el rendimiento. Un miembro de equipo proactivo es un tesoro valioso para cualquier grupo de trabajo porque ayuda a que el equipo siga avanzando y evita que surjan problemas.
Optimista consciente
Los integrantes de equipo de trabajo que son conscientes de su propio nivel de optimismo y del de los demás pueden ayudar a mantener una actitud positiva. Se mantienen optimistas en situaciones difíciles y se esfuerzan por ver el lado positivo de cada situación. Tener un compañero de equipo optimista es importante porque ayuda a mantener alta la moral, lo que puede contribuir a motivar al equipo y mantenerlo centrado en la consecución de sus objetivos. Un miembro de equipo optimista también tiene más probabilidades de ser resistente ante la adversidad, lo que puede ser un rasgo valioso en cualquier entorno de trabajo positivo.
Motiva e inspira a los otros miembros
Un buen compañero de equipo es algo más que un simple miembro pasivo. Este tipo de integrantes de equipo animan y motivan a sus compañeros, ayudando a asegurarse de que todos se centran en la tarea que tienen entre manos. Están dispuestos a dedicar tiempo a escuchar las ideas de los miembros y a proporcionarles comentarios constructivos para ayudarles a mejorar.
Inspiran a los demás mostrándose apasionados por lo que hacen, dando un ejemplo positivo y destacando la importancia del trabajo en equipo. Además de motivar a sus compañeros, estos jugadores también se toman el tiempo de reconocer y apreciar sus esfuerzos. Esto ayuda a crear un sentimiento de unidad y colaboración que es esencial para el éxito.
Cultiva la capacidad de liderazgo
Un buen miembro de equipo sabe dirigir cuando es necesario. Como cada persona tiene un estilo de liderazgo diferente, un gran integrante de equipo es capaz de reconocer y adaptar su estilo para que se adapte mejor al grupo. Sabe cuándo asumir el papel de líder, cómo delegar tareas eficazmente y está dispuesto a compartir el mérito con sus compañeros cuando es necesario.
Es capaz de asumir el mando y tomar decisiones que resultan en beneficio del grupo. El liderazgo no siempre consiste en ser el más ruidoso o el que más habla. Un gran miembro de equipo es consciente de que liderar también puede significar dar un buen ejemplo a sus compañeros e inspirarlos a dar lo mejor de sí mismos reconociendo el potencial de cada uno.
Consulta nuestra entrada del blog sobre “Cómo desarrollar habilidades de liderazgo (de la forma correcta)” aquí.
Sabe cuándo dar un paso atrás
Los grandes miembros de grupo también saben cuándo dar un paso atrás y dejar que otros tomen la iniciativa. Entienden que todos deben tener la oportunidad de brillar, y que no siempre tienen que tener el control o ser el centro de atención. Ellos son conscientes de sus propios puntos fuertes y débiles, y reconocen cuando otra persona domina mejor la tarea.
También se sienten cómodos admitiendo cuando no saben algo y pidiendo ayuda si es necesario. Se alegran de aprender de sus compañeros, celebran sus éxitos y no se atribuyen el mérito de su trabajo. Saber cuándo dar un paso atrás puede ser tan importante como tomar la iniciativa, y los miembros de equipo eficaces entienden este equilibrio en su carrera.
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Tiene ojo crítico
Un miembro ideal del grupo de trabajo también tiene ojo crítico, lo que significa que sabe identificar y abordar los problemas con rapidez y eficacia. Comprende la importancia de tener un pensamiento crítico y puede analizar fácilmente diversas situaciones. Es capaz de evaluar las ventajas y desventajas de las distintas opciones y elegir el mejor plan de acción.
Estos integrantes son capaces de detectar los problemas antes de que se conviertan en problemas graves, lo que ayuda a evitar retrasos o errores que podrían obstaculizar los objetivos. Tienen la capacidad de evaluar la dinámica actual del equipo de trabajo y sugerir soluciones que podrían mejorar el rendimiento general. El pensamiento crítico es una valiosa habilidad que todo miembro de equipo debe poseer, ya que ayuda a mantener la dirección hacia el logro de sus objetivos.
Sabe cuándo delegar tareas a otros
Los buenos miembros de equipo también se sienten cómodos pidiendo ayuda y apoyo a sus compañeros. Entienden que confiar tareas a otros es esencial para el éxito, y saben cuándo delegar una tarea o un proyecto a otra persona. Este tipo de integrantes animan a sus compañeros a asumir la responsabilidad de lo que hacen, permitiéndoles poner en práctica sus propias habilidades y capacidades. Confiar tareas difíciles a otros también ayuda a crear una dinámica de equipo en la que todos se sienten valorados y respetados, ya que cada individuo tiene la oportunidad de mostrar sus puntos fuertes.
Escucha activamente
La escucha activa es una cualidad esencial para cualquier persona. Ser un oyente activo significa comprometerse plenamente con lo que dice el interlocutor prestándole toda la atención, reconociendo su mensaje y respondiendo adecuadamente. Un gran trabajador en equipo presta mucha atención a lo que dicen sus compañeros y se toma el tiempo necesario para comprender los distintos puntos de vista.
Son pacientes cuando participan en conversaciones, dando a cada persona la oportunidad de hablar sin interrupciones ni juicios. Hacen preguntas pertinentes y aportan comentarios si es necesario, pero siempre respetando las opiniones de los demás. Los integrantes de grupos de trabajo con capacidad de escucha activa pueden colaborar más eficazmente con sus colegas, establecer relaciones laborales sólidas y lograr mejores resultados.
Lo motiva la curiosidad
Un buen trabajador en equipo también es curioso y tiene ganas de aprender. Está abierto a nuevas ideas y enfoques, deseoso de explorar diferentes opciones, y nunca tiene miedo de hacer preguntas. La curiosidad ayuda a los miembros del grupo a mantenerse comprometidos, ya que están constantemente explorando y descubriendo nuevas formas de hacer las cosas o de ejecutar un proyecto.
Siendo curiosos, los compañeros de equipo pueden entender mejor las perspectivas de sus colegas y desafiarse a encontrar soluciones innovadoras. La curiosidad también puede ayudar a los equipos a ser más creativos, ya que no tienen miedo de probar cosas nuevas y superar los límites. Es probable que un equipo curioso consiga avances que, de otro modo, se le habrían pasado por alto.
Capacidad para resolver problemas
No es que esperemos que su lugar de trabajo sea un campo de batalla, pero lo cierto es que los problemas surgen y, a veces, ¡de forma inesperada! Un miembro de equipo eficaz será capaz de identificar y abordar cualquier inconveniente. Sabe encontrar soluciones, tener una visión de conjunto y tomar decisiones con rapidez y objetividad.
También aportan una fuerza positiva a la resolución de problemas, mostrando resistencia ante las dificultades y un afán por aprender de los errores. Los grandes compañeros de equipo saben cómo negociar las diferencias entre los miembros, lo que ayuda a fomentar el entendimiento y a crear un espacio en el que todos puedan prosperar.
Ausencia de envidia y celos
La envidia y los celos no deberían aparecer en el lugar de trabajo, pero por desgracia, estos sentimientos pueden ser inevitables. Un miembro de equipo ideal es capaz de reconocer y gestionar emociones como la envidia o los celos y no dejar que perturben la dinámica del equipo. Entienden que todo el mundo tiene algo que aportar y celebran los logros de sus compañeros sin sentirse resentidos.
Este tipo de integrantes tampoco se atribuye el mérito del trabajo de los demás. Están dispuestos a reconocer el mérito cuando es debido y no dejan que los sentimientos personales se interpongan en el reconocimiento de los éxitos de un compañero. Al crear un entorno libre de envidias y celos, los equipos pueden centrarse en trabajar juntos de forma eficaz hacia objetivos comunes sin distracciones ni energías negativas.
La generosidad brilla con luz propia
Un gran miembro de equipo es generoso con su tiempo, energía y recursos. Entienden que el éxito depende de que cada uno haga su parte y están dispuestos a ir más allá cuando es necesario. Disfrutan ayudando a sus compañeros, aunque ello implique sacrificar parte de su tiempo o asumir tareas adicionales.
Ellos también entienden la importancia de dar crédito a quien lo merece y reconocen cuando alguien ha ido más allá. Cuando un miembro del equipo brilla, un buen compañero se asegurará de mostrar su agradecimiento de alguna manera. La generosidad ayuda a crear un ambiente de equipo que celebra el éxito y anima a todos los miembros del equipo a dar lo mejor de sí mismos.
Autoconciencia
“Ser consciente de uno mismo significa reconocer los puntos fuertes y débiles de uno mismo y centrarse en ellos”.
Un compañero de equipo sobresaliente es consciente de sí mismo y sabe cómo utilizar mejor sus habilidades y cualidades. Asume la responsabilidad de sus actos, comprende sus propias limitaciones y se esfuerza por mejorar. Entiende que su comportamiento afecta a los demás miembros del equipo y es consciente del impacto que tienen en la dinámica del equipo.
Estos miembros del equipo también reconocen la importancia de adaptarse a diferentes situaciones y trabajan eficazmente como parte de un equipo. Saben cuándo tomar la iniciativa y cuándo es mejor dar un paso atrás y dejar que otro brille. Los equipos con un alto nivel de conciencia toman mejores decisiones, interactúan mejor entre sí y gestionan con éxito las tensiones y los conflictos.
Abierto a los comentarios
Los integrantes de equipo eficaces se esfuerzan por ofrecer comentarios constructivos y los utilizan para ser mejores miembros de equipo. Entienden que la crítica es una parte necesaria del crecimiento y no se la toman como algo personal. Por el contrario, utilizan las críticas como una oportunidad para aprender y mejorar sus habilidades y capacidades para avanzar en su carrera.
Los grandes miembros de equipo también están dispuestos a dar su opinión a sus compañeros. Proporcionan comentarios sinceros y constructivos de forma respetuosa. Los grandes integrantes de equipo no tienen miedo de decir lo que piensan cuando creen que hay que discutir algo, y entienden que la comunicación eficaz es uno de los puntos clave para la resolución de conflictos y la consecución del éxito.
Fiabilidad y responsabilidad
Siempre se puede confiar en que un miembro fiable del equipo completará las tareas y responsabilidades asignadas a tiempo y con un alto nivel de calidad.
Incluso cuando se enfrenta a distracciones o retos, un compañero de equipo fiable sigue centrado en ofrecer resultados excelentes.
Estos miembros del equipo asumen plenamente sus contribuciones. Si cometen errores, asumen su responsabilidad en lugar de poner excusas o culpar a otros.
Sus compañeros saben que pueden contar con ellos para cumplir todos los plazos y realizar un trabajo del que el equipo pueda sentirse orgulloso.
Cuando todos demuestran compromiso y responsabilidad, el equipo puede avanzar sin problemas en la consecución de sus objetivos.
Habilidades para la resolución de conflictos
Los miembros valiosos de un equipo tienen una gran capacidad de resolución de conflictos. Pueden identificar rápidamente los problemas a medida que surgen y ayudar a resolverlos antes de que tengan la oportunidad de convertirse en problemas graves.
Promueven una comunicación abierta y respetuosa entre los miembros del equipo. Escuchan activamente y tratan de comprender todas las perspectivas de un desacuerdo.
Saben dar un feedback constructivo con diplomacia y buscan compromisos justos que cubran las necesidades clave de todos.
Los integrantes de equipo con gran capacidad de resolución de conflictos no posponen las conversaciones difíciles. Están dispuestos a afrontar los problemas sin perder de vista la búsqueda de soluciones.
¿Cuáles son los ejemplos de habilidades de colaboración en equipo?
Las habilidades de colaboración en equipo se ponen en práctica en diversos escenarios del mundo real. Desde el sector de las ventas al de la ciencia, pasando por el de la construcción, contar con un buen conjunto de habilidades de colaboración es esencial para tener éxito. Algunos ejemplos de este tipo de habilidades son:
- El Equipo de Exploración de Marte de la NASA ejemplifica el poder de las habilidades de colaboración en equipo y la resolución de problemas. Su misión: diseñar y ejecutar misiones exploratorias en el planeta rojo. Para ello es necesaria la colaboración de varios departamentos, como los de ingeniería, ciencia y operaciones de misión. Juntos, afrontan intrincados retos relacionados con el diseño de naves espaciales, sistemas de aterrizaje e instrumentos científicos, ampliando los límites del conocimiento y la exploración.
- El equipo de desarrollo de productos de Tesla es un ejemplo de dinamismo en acción. Este talentoso grupo se encarga de diseñar y desarrollar los vehículos eléctricos, productos solares y los sistemas de almacenamiento de energía de la empresa. Formado por ingenieros, diseñadores y diversos expertos, colaboran a la perfección en todos los departamentos para crear soluciones innovadoras y sostenibles. Su éxito colectivo se debe a su capacidad para trabajar en colaboración en virtud de un objetivo común.
- El equipo de Ciencia de Datos de Google es un gran ejemplo de toma de decisiones colaborativa basada en datos. Este equipo investiga, experimenta y aprovecha el poder del aprendizaje automático para crear productos y servicios más inteligentes para los usuarios. Combinan sus mejores cualidades como integrantes de equipo con la experiencia colectiva en matemáticas, estadística e informática para analizar grandes conjuntos de datos y convertirlos en información práctica.
Conclusiones
Como afirman los investigadores Katzenbach y Smith en Harvard Business: “Los grupos no se convierten en equipos porque alguien los llame así”. Crear un equipo eficaz es esencial para cualquier empresa. Las cualidades de un gran integrante de equipo son esenciales para crear un entorno que propicie la confianza, la colaboración y el éxito.
Asegurarse de que todo el mundo tiene las aptitudes necesarias para ser un buen miembro del equipo contribuirá a garantizar que los equipos puedan trabajar eficazmente para alcanzar sus objetivos. Un directivo desempeña un papel clave en la creación de una dinámica de equipo y en el fomento de estas cualidades de integrante de equipo en cada uno de sus compañeros.
– El equipo de Monitask